EL ANTISEMITISMO
¿Qué es el Antisemitismo y Quién lo Fomenta?
Por: César Echezuría
La fuerte y creciente ola de
antisemitismo que estamos viviendo en los últimos años en todo el mundo, no
surgió de manera espontánea, de un día para el otro, sino que es producto de un
trabajo de ingeniería social a lo largo de muchas décadas, cuyo fin es dividir
al mundo entre víctimas y victimarios. Un mundo donde, curiosamente, las
supuestas víctimas siempre son quienes cometen las peores atrocidades. De esta
manera pretenden crear una posverdad, borrar la memoria histórica y trasformar
a los agresores en víctimas y a las víctimas en agresores.
Pero ¿quién lleva a cabo este
trabajo? Esta generalizada situación de antisemitismo que hoy se expande por el
mundo, es el resultado de una unión “antinatural” entre el islam radical y la
izquierda, que utiliza las máscaras de la inclusión, y la supuesta lucha por
los históricamente discriminados, pero que, en realidad, lo que pretende es la
desaparición del Estado de Israel y del pueblo judío.
Para lograr sus fines, este
movimiento ha invertido miles de millones de dólares en la compra de partidos
políticos, así como de gobiernos y líderes populistas, de supuestos defensores
de los derechos humanos, de medios de comunicación y, más recientemente, de
universidades, profesores y cátedras universitarias, todos ellos unificados en
un falso y mal llamado “progresismo”.
¿Qué es el antisemitismo?
El ejemplo más extremo de
antisemitismo a lo largo de la historia es el Holocausto, es decir, la
persecución y el asesinato sistemático de judíos europeos que la Alemania nazi
y sus colaboradores llevaron a cabo entre 1933 y 1945.
Entre las manifestaciones de
antisemitismo más comunes a lo largo de la historia se encuentran los ataques
violentos contra los judíos y la expulsión de ellos de determinados
territorios, casi siempre instigados por las autoridades gubernamentales, como ocurrió
en 1492 en España, donde los Reyes Católicos, amparados por la inquisición, y
motivados por diversas razones de carácter político, económico, social y, sobre
todo religioso, ordenaron la expulsión de los judíos de su territorio.
Durante el siglo XIX, los
antisemitas agregaron el componente político a su ideología de odio. Es así
como después de 1870 se formaron partidos políticos antisemitas en Alemania,
Francia y Austria. Y publicaciones como “Los protocolos de los sabios de Sion”
generaron o respaldaron teorías falsas de una conspiración judía internacional.
Pero, el más fuerte componente
del antisemitismo político fue el nacionalismo, cuyos militantes, a menudo,
denunciaban falsamente que los judíos eran ciudadanos desleales. Además, el
partido nazi, fundado en 1919 por Adolf Hitler, les dio respaldo político a las
teorías y expresiones de racismo contra los judíos. En gran parte, el partido
nazi ganó popularidad mediante la difusión de propaganda contra los judíos, con
el resultado que ya todos conocemos.
En la actualidad
Hoy día son cada vez más frecuentes
las manifestaciones e incidentes antisemitas, desde las formas encubiertas
hasta los comportamientos discriminatorios, que pasan por el acoso y la
violencia. Estas acciones son constantes y plantean graves problemas que
afectan a sociedades enteras, ya que el antisemitismo no sólo afecta a las
personas judías, individual o colectivamente, sino que, como ideología basada
en el odio y los prejuicios, afecta los derechos humanos de todas las personas
y la seguridad general de los Estados donde se produce.
En el artículo 18 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos dice: “Toda persona tiene derecho a la libertad
de pensamiento, de conciencia, y de religión”. Por ello, el antisemitismo
también viola el derecho a la libertad de religión o de creencias de las
personas.
Hoy vemos como el auge del odio a los judíos se
presenta en casi toda Europa, pero especialmente en Europa del Este y Francia.
Después del 7 de octubre, a medida que las tensiones aumentaban, durante el
conflicto entre Israel y los grupos terroristas en Gaza y Líbano, hemos visto
gente golpear a judíos en las calles, a los que se les dice que regresen a
Israel. En todo el mundo, los manifestantes (algunos con mucha malicia y otros
de manera inconsciente e ignorando la realidad) utilizaron y propagaron temáticas
y consignas antisemitas.
Mientras Israel responde legítimamente al terrorismo y
defiende a su gente, vemos un creciente antisemitismo, con dobles discursos,
con información errónea y mentiras descaradas. Ya lo hemos visto en ciertos
medios de comunicación y lo hemos escuchado de políticos destacados, incluidos
presidentes de países latinoamericanos.
Menos mal que, para los judíos, existe Israel y pueden
hacer Aliah
El 8 de julio pasado, el Gran
Rabino de París, Moshe Sebbag dijo: "Hoy está claro que no hay futuro para
los judíos en Francia. A todos los jóvenes les digo que vayan a Israel o a un
país más seguro”.
Podemos afirmar entonces que
nunca, desde el Holocausto, la existencia del Estado de Israel ha sido tan
importante para los judíos. Y muchos israelíes, al ver cada día más difícil
enfrentar el antisemitismo, manifestado en el acoso, la violencia y la discriminación
a las que son sometidos, han optado por hacer Aliah, es decir, inmigrar a
Israel, el lugar más seguro del mundo para ellos.