Rosh Jodesh Av quinto mes
AV אָב
Sábado 26 de julio 2025/1 Av 5785
Rosh Jodesh Av – Entre las lágrimas del ayer y la esperanza del mañana
Pr: Daniela Betancourt
Con la luna
nueva comienza el mes de Av, el quinto del calendario hebreo, cuyo nombre, al igual que los otros, proviene del regreso del pueblo judío desde el exilio babilónico. En la Torá
simplemente se lo llama “el quinto mes”, pero con el tiempo, fue asociado con significados más profundos. Uno
de ellos es "Menajem Av" —el Padre que consuela—, una expresión que guarda en sí misma el anhelo
de encontrar consuelo en medio del dolor.
Y
es que Av es, por naturaleza, un mes de contrastes. Se viven los días más dolorosos del calendario, especialmente el 9 de Av (Tishá B’Av), día de duelo nacional
por la destrucción del Primer y Segundo Templo, y por muchas tragedias
que golpearon al pueblo judío a lo largo de los siglos: expulsiones,
persecuciones, guerras,
atentados... y, más recientemente, el horror de los ataques
y conflictos que aún hoy siguen marcando la historia viva de Israel.
Este año, el corazón del pueblo judío llega a Av cargado de nuevas heridas. Los ecos de la violencia, los secuestros, los ataques terroristas, el dolor de familias enteras en duelo, y la tensión constante por la seguridad de la nación no son recuerdos antiguos, son titulares de hoy. Israel sigue enfrentando desafíos existenciales, y las comunidades judías en todo el mundo también sienten el peso del antisemitismo moderno, cada vez más visible y agresivo.
Pero
Av también guarda una promesa:
la de la restauración. El 15 de Av (Tu B’Av),
a solo seis días de Tishá B’Av, se celebra el amor, la unión y la renovación. En
tiempos antiguos, las jóvenes danzaban en los campos con vestidos blancos, y los jóvenes
acudían con esperanza
a encontrar pareja.
Hoy, esa imagen resuena
más que nunca como símbolo de que, aún después del luto, el pueblo
judío sigue eligiendo la vida, el amor y la continuidad.
Así como la luna mengua y luego
vuelve a brillar, Israel y su pueblo están llamados a resurgir. No se trata de olvidar el dolor, sino de transformarlo en compromiso, en memoria activa, en unidad. El recuerdo de Aharón HaKohen,
quien falleció el 1 de Av, nos recuerda
la importancia de ser constructores de paz,
de tender puentes, de acercar corazones incluso en medio de la incertidumbre.
En estos tiempos, las palabras del profeta Isaías cobran una fuerza renovada:
"Consuélense, consuélense, pueblo mío, dice vuestro D-os…" (Isaías
40:1)
Y desde lo profundo se eleva una súplica que no ha perdido
vigencia: “Vuélvenos a Ti, oh Señor, y volveremos; renueva nuestros días como al principio” (Eijá 5:21)
Que este Rosh Jodesh Av nos encuentre despiertos, sensibles y esperanzados. Que podamos llorar lo que duele, pero también ver el
nacimiento de algo nuevo: más unidad, más emuná (fe), más compromiso con la vida y con la paz.
Porque incluso en medio de las ruinas, el alma de Israel sigue viva.
Rosh Jodesh Tov.
Que llegue el consuelo. Que llegue la redención. Y que la luz no tarde en brillar.
