A menudo proclaman que Palestina y
Hamás no son lo mismo, que es un grave error equipararlos. Pero, a renglón
seguido, se rehúsan a declarar que los actos de Hamás son terrorismo e insisten
en llamarles "actos de resistencia". Esta es una contradicción en la
que solo los antisemitas pueden darse el lujo de incurrir, y en la que nadie
que entienda el conflicto los acompañará jamás.
Quieren hacernos creer que los
palestinos son víctimas de Hamás. Sin embargo, podemos observar otros casos
para sacar conclusiones: En España, el pueblo condenó a la ETA, y en Alemania,
por gran mayoría, se condena a los nazis. Los partidos que los representan son
ilegales y los ciudadanos denuncian a sus activistas, pero en Palestina nunca
se han escuchado voces que condenen a Hamás. ¿Por qué? Porque Palestina, como
nación, no está en contra de Hamás. ¿Qué podemos pensar entonces?
Quizás debemos considerar que los
palestinos en su totalidad no son partidarios de este grupo terrorista, pero
más del 75% votaron por ellos para que gobernaran Gaza. Y, en la mayoría de
encuestas que se han hecho durante el transcurso de la guerra, el 87% apoya
todo lo que está haciendo Hamás.
Este apoyo se ve reflejado en sus
actuaciones: Un importante hallazgo del informe de las FDI sobre el ataque del
7 de octubre al kibutz Be’eri es que solo 100 de los 340 terroristas que
entraron en el kibutz eran de Hamás y 240 eran civiles palestinos. Es decir, el
70% de los palestinos que atacaron el kibutz eran civiles.
Pero la participación de los
civiles palestinos no se limitó al 7 de octubre. La población civil siempre
estuvo de acuerdo con el ataque, por eso escondieron muchos secuestrados en sus
casas, y tenían entradas de túneles bajo las cunas y camas de sus niños. Y en
los hospitales y escuelas tenían depósitos de armas y también escondían
rehenes. ¿Cómo se llama esto si no es participación activa de la población?
Una sociedad enferma
Y lo más grave. O quizás debamos
decir, lo más aberrante, es lo que hemos visto durante las entregas de los
secuestrados, sobre todo, las de los niños Bibas. Un deplorable espectáculo con
muchos espectadores en éxtasis, acompañados de sus hijos, celebrando la muerte,
con música de victoria y reparto de caramelos, mientras se exhibían los ataúdes
de un anciano, una madre y sus dos niños pequeños, asesinados en cautiverio.
Esta actuación nos lleva a los
tiempos más oscuros de la humanidad. Oded, Ariel, Kfir y Shiri, fueron
asesinados y luego utilizados obscenamente. La sociedad gazatí, totalmente
conformada por palestinos, está muy enferma. Y esta idea se refuerza, aún
más, volviendo a nuestro ejemplo:
Incluso, sabemos de muchos alemanes que salvaron judíos durante el
Holocausto, pero ningún palestino salvo a un solo rehén.
Hamás es el Gobierno de Gaza y
pretende serlo también en Cisjordania. Y muchos países musulmanes los
reconocen, pero ninguno de ellos quiere recibir a los palestinos en su
territorio. Nunca han dicho “no recibimos a los terroristas de Hamás, pero sí
recibiríamos a los palestinos”. De nuevo nos preguntamos ¿por qué razón? Está
claro que no quieren convertirse en focos de terrorismo y ser señalados de
albergar terroristas. Es la mejor prueba de que los propios árabes consideran
que Hamás y los palestinos sí son lo mismo.