MOTICIAS Y ACTUALIDAD: Orden de Prisión
Una clara decisión antisemita
Orden de Prisión Contra el Primer Ministro Benjamín Netanyahu y el ex Ministro de
Defensa Yoav Gallant
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Por: César Echezuría
El hecho de
que precisamente, Benjamín Netanyahu, un mandatario judío e israelí, haya sido
el primero, tiene un enorme significado. La primera interpretación del Gobierno
de Israel, de Estados Unidos y de la mayoría de los países occidentales, es la
misma: Es una medida claramente marcada por el antisemitismo.
El jefe de la
diplomacia israelí, Gideon Sa’ar, afirmó que “la CPI perdió toda la legitimidad
de existir y actuar” por emitir “órdenes absurdas y sin autoridad”. Y agregó
que, “desde una perspectiva moral, esto representa un eclipse que convierte el
bien en mal y sirve a las fuerzas del mal. Y desde una perspectiva política,
emitir órdenes de arresto contra un Estado que actúa de conformidad con el
derecho internacional es una recompensa y un estímulo para el eje del mal, que
lo viola de manera flagrante y sistemática”.
Benjamín
Netanyahu dijo que "los jueces no han hecho nada contra los verdaderos
crímenes de guerra cometidos contra los millones que han sido asesinados o
desplazados por las dictaduras en Irán, Siria y Yemen. En lugar de eso, acusan
falsamente a la única democracia en el Medio Oriente, Israel. Pero, ninguna
decisión sesgada anti-Israel en La Haya impedirá que el Estado de Israel
defienda a sus ciudadanos".
Por su parte,
el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant, quien también es objeto de una
orden de arresto de la CPI, aseguró que la decisión es una afrenta contra
Israel y “sienta un peligroso precedente contra el derecho a la autodefensa y a
la guerra moral, además de alentar el terrorismo asesino”.
Entre tanto
Estados Unidos, a través del portavoz de la Casa Blanca, dijo que “rechaza
categóricamente la decisión de la Corte de emitir órdenes de arresto contra
altos funcionarios israelíes", y agregó que Washington está coordinando
con sus aliados, incluido Israel, sobre los "próximas medidas a
tomar”.
Y Mike Waltz,
el futuro asesor de seguridad nacional del presidente electo de Estados Unidos
defendió a Israel y prometió una "respuesta firme al sesgo antisemita de
la CPI y la ONU, a partir del 20 de enero, cuando Donald Trump asuma el cargo”.
Para los
cristianos, resulta profundamente indignante esta decisión de la Corte Penal
Internacional (CPI) respecto a Israel. No es la primera vez que este organismo,
que se autoproclama defensor de la justicia global, demuestra una preocupante
selectividad y dedicación en sus prioridades.
Mientras que
atrocidades flagrantes en países como Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela
pasan, en el mejor de los casos, a un segundo plano o, en el peor, son
ignoradas por completo, la CPI parece ensañarse con Israel, el único país
democrático y respetuoso de los derechos humanos en una región marcada por la
tiranía y la violencia.